martes, 25 de enero de 2011

LA LIBERTAD INTERNA . SILO 1993


Libertad interna como indicador de Centro de Gravedad.

Las referencias para dar una dirección mental y hay quienes pueden seguir esa dirección con facilidad, mientras que otros lo hacen con dificultad, dándose encontronazos a cada paso. También proponemos el tema del centro de gravedad interno o, presentado con otro leguaje, hablamos de sentido de la vida, de humanizar. Esto aparentemente no tiene mucha gracia, no aparece chispeante ni atractivo y la gente tiende a lanzarse a otras cosas más llamativas, dejándose atrapar sicológicamente.
El problema es que al des-centrarse, al salirse de enmarque, se produce sufrimiento en uno y en los demás.
Cuando vemos (cada vez menos) a la gente encantada con cosas del sistema, están fuera de sí, alteradas y no pueden oír, de modo que no nos queda otra posibilidad que esperar a que se desencanten, se des-ilusionen para poder escuchar nuestro punto de vista.
Contar con centro de gravedad propio, no parece tener atractivo y es algo que se aprende y se construye, no es algo que se da por sí sólo.
En efecto, al estar descentrado se produce sufrimiento y uno siente que “todo le pasa” y no sabe bien por qué. En cambio, cuando se cuenta con centro de gravedad uno está libre y eso es extraordinario. Esa libertad interna es lo importante aunque no tenga tanto atractivo en apariencia. Ese centro de gravedad y esa libertad interna no acarrean sufrimiento ni a uno mismo ni a los demás. La libertad interna es el indicador del centro de gravedad y la conducta válida hacia los demás es su correlato humano.
Esto nos lleva a ver el concepto de la existencia “en sí” y la existencia “para otros”. Hay quienes, al no disponer de centro de gravedad, siempre están dependiendo de los demás, de los valores externos, resultando huecos por dentro, llevados por el oleaje externo permanentemente, siendo arrastrados como hojas por el viento y moviéndose siempre con una mirada externa en donde todo se ve plano, movido por hilos externos y sin profundidad.
Con la mirada interna todo se dimensiona.
Es importante comprender los mecanismos de la fascinación que producen la pérdida del centro de gravedad.
Uno puede fascinarse por poca cosa, por una hormiga, una piedra, y mucho más por las personas, equivocándose y produciendo sufrimiento.
Así llegamos a ver que el problema es que el ser humano sufre por pequeñeces, no por grandes acciones, y se frena todo. Además, al no poder sustentarse ese sufrimiento por nimiedades, mecánicamente se inventan “grandes problemas”, “enormes sacrificios”, “traumas dramáticos”, “tremendos inconvenientes”, etc. Todo inconsistente. No es poca cosa el poder superar las fascinaciones y ver claro. Este sufrimiento por pequeñeces confunde mucho a la gente a la hora de hacer lo que realmente quiere y todo se frustra.
Uno ha de aclararse respecto de lo que realmente quiere y hacerlo coherentemente, sólo hay una condición: no perjudicar a nadie. Por eso distinguimos entre un sufrimiento padecido por las contradicciones internas y aquél provocado por quienes siguen los valores del sistema y quieren hacer sus caprichos a toda costa, sin tener en cuenta a los demás, sufriendo y haciendo sufrir por eso. A escala social, los trepadores del sistema hacen eso: sufren y hacen sufrir a todos con sus “tropismos”.
Unas de las pequeñeces frecuentes son los temores infundados, siendo el temor a la muerte el mayor, el mayor de ellos junto con el temor a la enfermedad y a la vejez. Sucede que, de todos modos, se envejece y se muere, para qué desaprovechar el corto período vital con fantasmas, si por el contrario, se debería aprovechar al máximo. Es curioso cómo los temores oscurecen y alteran con ilusiones, con algo que no pasa en realidad.
La soltura interna, sicológica, se logra aprendiendo a circular por los tiempos de conciencia sin cargas, sin pesos ni zonas oscuras, es decir con libertad y sin sufrimiento y, también, con el diálogo a cierto nivel con otros que pueden ayudar a despejar problemas e ir aprendiendo respecto de aciertos y errores. No hay que temerle a los cientos de errores que se pueden cometer porque son errores pequeños y, si están en buena dirección, son “inversión de aprendizaje”. Ojalá uno pudiera cometer un error tremendo y aprender de golpe, pero, en general, se comenten errores pequeños, subsanables. El punto está en la carga mental que se le ponga a todo, en donde se oscila entre el dramatismo gravísimo a la sin importancia cínica.

miércoles, 5 de enero de 2011

La Soledad, un espacio para crecer



Rincón Familiar

En dias pasados, en una de las tantas reuniones por las fiestas de Navidad, escuché a una mujer saludar a otra y luego del saludo le pregunta y tú ¿sigues sola?, la otra se detuvo ante su pregunta y le contestó, si te refieres a pareja, no tengo, pero no estoy sola. Esta respuesta me encantó y dio pie a este artículo.
El 2011 encuentra a mucha gente sintiendose sola porque otra vez inicia un nuevo año sin pareja o durante unas Navidades hace 5 años la perdió y andan todavia como ave sin nido, muriendose de envidia frente a los besos y abrazos apasionados de las parejas que justo ahora cuando no tiene, aumentan a su alrededor.
Quiero decir que la soledad no se trata de estar fisicamente acompañados, ni de tener un estatus que nos defina como solteros/as o casado/as. Podemos estar en pareja y sentirnos tremendamente solos, podemos no estar en pareja y sentirnos ricamente acompañados. Pues la soledad se define de adentro hacia fuera, es un estado interior que no se va a llenar con una pareja, con amigos y mucho menos con bienes materiales.
Desde el punto de vista que lo miro solo a traves de desarrollar una relación de intimidad emocional con nosotros mismos, vamos hacia el camino a llenarnos y no sentirnos solos y solas.
Claro que lograr esta intimidad no es fácil, pues implicará confrontarnos con nuestra historia, nuestras miserias, trabajarlas y aceptarlas para pasar a un mejor estado en nuestro crecimiento. De igual forma las cualidades que tenemos, pues muchas veces por nuestra baja autoestima no podemos ver esas luces que regalamos a los demás y ellos las valoran, pero nosotros las minimizamos o no las reconocemos.
Mirarnos y no voltear la cara es de valientes y maduros, muchas veces no somos capaces de estar a solas con eso que vemos y nos distraemos con los demás, sin darnos cuenta de que hasta que no lo hagamos con nosotros/as, no seremos capaces tampoco de estar en amor verdadero con las miserias y las riquezas de los demas.
De manera que cuando creemos que estamos solos porque no tenemos pareja, estamos evadiendo de nosotros mismos, pues los otros nunca llenarán el vacío cuando estemos solos y ajenos de nosotros mismos.
Veo en el consultorio a cantidad de parejas con cantidad de años juntos en pleitos sin fin porque no se han detenido a mirarse cada uno y piensan que mirando al otro o a la otra, es decir acusandolo, se resolverá el problema, nada mas falso que esto. Veo a cantidad de mujeres demandando atención de la pareja, creyendo que este la llenará, sin darse cuenta de que cuando se preste atención a si misma, necesitará menos la atencion de él. Consulto a cantidad de hombres que evadiendo de sí mismos se esconden en el trabajo, el alcohol, la producción económica, la comida, el sexo y la infidelidad, sin darse cuenta de que el camino hacia ellos mismos es mas gratificante y de menos riesgos.
En este 2011 quiero animarlos/as a hacer un movimiento en via contraria a lo que nos invita la publicidad y la vida social, vamos hacia adentro, vamos a mirarnos, si no podemos solos busquemos un grupo, una persona o ayuda profesional para ser acompañados y les aseguro que al final de este año que inicia el balance será positivo y con creces.

solangealvarado@yahoo.com Enero 4, 2011
Imagen de:
SoledadFernando Olivera (Oaxaca, Mexico),Aquatint (6 x 5 5/8), #20/30, 2005)